La realidad es que he recibido un bonito cofre lleno de cervezas Alhambra Reserva 1925, con cuatro saquitos aterciopelados con malta de cebada, lúpulo, levadura y maíz (ingredientes todos ellos de su cerveza). Por si esto fuera poco venía también un interesantísimo libro "Las cervezas en la mesa" de José Carlos Capel.
Cervezas Alhambra nació en 1925 en Granada en las cercanías de la ermita de San Isidro, pasados muchos años y tras varios procesos de ampliación entre los años 1995-1996 la empresa se encuentra en un profundo proceso de reconversión, en el que destacaba la ampliación de la gama de productos. Fruto de esta reconversión nacen Alhambra Especial, Alhambra Premium Lager y Alhambra SIN, pero la marca decide ir mas allá y en 1996 se plantea la creación de una cerveza Extra, capaz de competir a los más altos niveles de calidad en un mercado cada vez más exigente.
Entre 1996 y 1997, todos los departamentos de la compañía deciden implicarse a fondo en la creación de este nuevo producto, que marcará un antes y un después en la historia de Cervezas Alhambra. Se deciden las características que debe contener esta nueva cerveza: alta calidad, una cerveza de categoría Extra, artesanal, suave y fresca, pero con cuerpo y con un sabor profundo e intenso; además, unos de los principales objetivos era retomar la esencia de la fábrica de cerveza de Granada en 1925, buscar los orígenes de la marca Alhambra y recuperar las recetas tradicionales de cocción del año 1925. La combinación de lúpulos y maltas de cebada especialmente seleccionadas, el agua de Granada, junto con una levadura exclusiva, dieron como resultado los primeros litros de Alhambra Reserva 1925, se trataba de una tirada inicial de 5.000 litros envasada en botellas con un litro de capacidad que no tenían etiqueta, dicho producto,aun no tenia nombre.
En la navidad de 1997, tras la euforia de los primeros resultados de catas internas de la nueva cerveza Extra, se decidió hacer partícipe a los mejores clientes de Cervezas Alhambra, muy implicados y concienciados con la marca y su origen. Así, los primeros 5.000 litros fueron repartidos entre estos clientes por el equipo comercial, solicitándoles mejoras y opiniones, los resultados fueron excelentes y la aceptación por parte de estos clientes superó las mejores expectativas. Tras recomendación de algunos clientes, se ajustó ligeramente el nivel de amargor de la primera muestra. Fue en este momen-to cuando cambió la historia de Cervezas Alhambra, acababa de nacer Alhambra Reserva 1925.
Con la fórmula perfecta, y el líquido creado el equipo de Marketing, Producción, Calidad y Comercial se encontraba ante el difícil reto de dar forma al producto, y de buscarle un envase que pudiese vestirlo y que estuviese a la altura de la calidad de la cerveza, lo primero sin duda, era buscar el nombre.
La influencia del año 1925 debía estar presente siempre en el producto, tanto la receta como los valores estaban totalmente inspirados en tal año. Fue por esto por lo que el nombre inicial y tras sopesar numerosas alternativas fue el de “Reserva 1925”.
La exclusividad del producto obligaba a buscar un envase que se distanciara del resto de marcas del mercado y que además trasmitiese los valores de la marca: artesanalidad, calidad, elegancia y misterio. La botella de Reserva 1925 se inspiro en las primeras botellas que salieron de la fábrica de Cervezas Alhambra en 1925. Estas como la actual eran de color verde, en 1997 el color topacio del vidrio en el sector cervecero copaba prácticamente la totalidad del mercado, y el verde suponía toda una revolución. Al igual que las primeras botellas de 1925, la de Reserva 1925 tampoco tenía etiqueta, lo que implicaba que esta debía ir tallada, Cervezas Alhambra junto con un experto vidriero dieron forma usando siempre como partida las botellas de la fabrica de cerveza de Alhambra en 1925.
En 1997 Reserva 1925 comienza a estar presente en los lineales de los principales puntos de venta en el canal alimentación, y en los principales establecimientos de hostelería de Granada. Se trato de una cerveza da calidad Extra, con 6,4% Vol. y un sabor profundo y exquisito, para deleite de los amantes de la cerveza con mayúsculas.
Con una demanda de producto sin precedentes en Granada, obliga a Cervezas Alhambra a aumentar su producción y empuja su comercialización fuera de Granada. En 1999 la marca vivió nuevos cambios Reserva 1925 pasó a llamarse Alhambra Reserva 1925. Adicionalmente se realizaron pequeñas variaciones estéticas, en este año, la botella se estiliza ligeramente, quedando la botella actual.En la actualidad Alhambra Reserva 1925 puede encontrarse en casi cualquier punto de la geografía
Española.
Respecto a su cata intenso sabor, profundo y exquisito que abarca desde la naranja amarga hasta un final ligeramente caramelizado, su espuma esponja y consistente, su color ámbar, su graduación de 6,4%Vol.
Mi opinión honesta y sincera, sin ser una maestra cervecera, es que me ha gustado mucho, tanto en diseño, como su dulce aroma, sabor en boca al principio un poco amargo, contrastando con su dulce final, además a pesar de su graduación resulta "muy fácil de beber".
Ahora os presento un plato ideal para maridar con esta cerveza, por el ácido sabor de las alcachofas.
Ingredientes:
- 300 gr. alcahofas baby (utilicé congeladas).
- 1 cebolla mediana.
- 3 dientes de ajo.
- 200 gr. jamón serrano (me gusta cortado fino).
- 1 guindilla cayena.
- Aceite de oliva virgen extra.
Preparación:
Pelamos y picamos finamente tanto la cebolla como el ajo, lo ponemos a sofreír junto con la cayena en una olla con un chorrito de aceite.
Cuando la cebolla se pone transparente añadimos las alcachofas (congeladas), las rehogamos y tapamos. Las dejamos unos 5 minutos aproximadamente.
Añadimos el jamón y dejamos uno o dos minutos más.
Preparamos la cervecita...
Una observación de cata, al ser una cerveza Lager Extra la temperatura ideal de consumo es de 5ºC, pero según lo que he leído con verduras se recomienda a 4ºC, yo lo hice así y estaba espléndida.
Ni que decir tiene que disfruté como una niña con zapatos nuevos...
buena propuesta
ResponderEliminarQue regalito mas majo, muy apropiado para esas ricas alcachofas de bocadito.
ResponderEliminarBesos.
Javi.
Pues a mí me encantan las alcachofas y así preparada se ven deliciosas, voy a ver si consigo estas baby, no me suena de haberlas visto.
ResponderEliminarBesotes!
MARIA , QUE RICAS ...CON LO QUE ME GUSTAN LAS ALCACHOFASSSSSS
ResponderEliminarUn buen maridaje, tienen una pinta muy apetitosa y el cofre es una pasada, todas nos hemos quedado boquiabiertas al abrir la caja.
ResponderEliminarBesos.
Una propuesta de lujo.
ResponderEliminarSaludos
ohhhhhhhhhh un plato exquisito guapa¡ besiños
ResponderEliminarQue sabroso!! me encanta presentada sobre la pizarra
ResponderEliminarQue ricas y con una cervecita para no pedir mas
ResponderEliminarbesinos
A mi, la cerveza, ni fu ni fa, no me va, jejeje pero, las alcachofas con jamón me encantan, las hago muy a menudo pero, solo para mi que, mi marido , las odia, jajaja
ResponderEliminarBesotes
De pequeña no me gustaban las alcachofas pero ultimamente me llama la atención probarlas porque me da la impresión de que me van a gustar, las tuyas tienen una pinta bárbara. Un beso.
ResponderEliminarYo hoy e quedo con la cervecita y el jamón
ResponderEliminarBesitos
no se si decidirme por la cerveza fresquita o por estas alcachofas que se ven irresistibles
ResponderEliminarun saludo
Para quitar las penas, qué rico!!. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarUna pintaza de miedo, muy buena propuesta María. Besossss.
ResponderEliminarEstas alcachofas tienen que estar de miedo y con la cervecita de acompañamiento ya ni quiero imaginarme. Besos
ResponderEliminarQué color tiene esa cervezaaaa!! Me tomaría una fresquita ahora mismo. Creo que has bordado el maridaje, el plato no puede haberte quedado más vistoso.
ResponderEliminarUn besitoo!!
Que deliosas y con la cervecita aún más.
ResponderEliminarbiquiños de "la ratita en la cocina"
Maria me puedes decir a que hora se come en tu casa???
ResponderEliminarQue voy pallaaaaaaaaaa
Otra recetita que a mi Barbas le va a encantar, porque le flipan las alcachofas. Y estupenda combinación, con una cerveza bien fría. Un besote.
ResponderEliminarYo suelo comer mucho las alcachofas así con jamón, están buenísimas. TE han quedado estupendas además acompañadas de una rica y fresquita cerveza.
ResponderEliminarUn besín.
Muy ricas tus alcachofas, se ven muy ricas, bsssssss.Sefa
ResponderEliminarMariquilla, a cuatro y cinco grados ... con haber sacado el botellín por la ventana dos segundillos, se habrían puesto en tres ... ya sabes luego con este maravilloso entrante ... la temperatura ya empezaría a subir.
ResponderEliminarXtos doña princesa.
buenisimas!!
ResponderEliminarMaria que buenas, no las he probad nunca congeladas, pero con tu receta probaré.
ResponderEliminarBesicos
What a lovely dishes Maria!!! They look delicious and make me hungry:)
ResponderEliminarHugs,Annalisa
Las alcachofas se ven de vicio. Seguro que estén muy ricas. Ya ves, la cerveza para bebermela no me gusta, sin embargo para preparar masas y platos si. Rarina que soy, jejej. BESINOS.
ResponderEliminarUn plan al que me apunto sin pensármelo un segundo, delicioso todo, la cerveza, tu plato, impresionante, me voy para tu casa ahora mismo.
ResponderEliminarun besazo, guapisima
menudo aperitivo María! es perfecto para el fin de semana. besitos
ResponderEliminarHola Maria !!!
ResponderEliminarGracias por los cariños, poco a poco voy regresando y tengo que ponerme al dia con estas comiditas tan ricas que tu preparas.
Besinos.
Maria tengo unas ganas locas de poder preparar una receta ya para publicarla con las cervezas, a ver si termino con la obra de la pelu y me pongo manos a la obra. Un besazo.
ResponderEliminarEmpezaré por la cervecita.... uhm!!!
ResponderEliminarHi there your internet site url: http://www.blogger.
ResponderEliminarcom/comment.g?blogID=6177617133207782445&postID=7583502811722729656 seems
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