La alubia verdina es una variedad de alubia o faba de pequeño tamaño que se recolecta cuando el grano todavía está en estado inmaduro y aún no ha virado al blanco, lo que le confiere su característico color verde.
La alubia verdina tiene un excelente comportamiento en cocción, lo que nos permite obtener unos platos en los que los granos se presentan enteros y completos, y destacan por la finura de su piel y la cremosidad de su pulpa. Esta fina textura, junto con su suave sabor, convierten a la alubia verdina en la legumbre ideal para maridar con pescados y mariscos.
Esta alubia, es uno de los tesoros gastronómicos más preciados de Asturias. Relativamente poco conocida, se cultivaba tradicionalmente en el Valle de Ardisana, en el municipio asturiano de Llanes, y desde hace algo más de una década su cultivo y consumo se fue extendiendo, primero en Asturias, y pronto a las áreas vecinas.
La alubia verdina se comercializa como legumbre seca, de modo que podemos comprar alubia verdina durante todo el año.
Al igual que otras alubias, para obtener los mejores resultados, la verdina precisa un remojo de al menos 12 horas antes de su cocción.
Pero en este caso yo utilicé Alubia Verdina
Rosara que ya viene cocida y me permitió preparar el plato sin preparación previa.
Ingredientes:
- Un bote de Alubia Verdina al natural (660 gr).
- 1/2 kg. de almejas, tipo marinera.
- 400 gr. de langostinos.
- Ajo.
- Perejil.
- Guindilla cayena.
- Aceite de oliva virgen extra.
Preparación:
Pelamos los langostinos y reservamos.
Con las cabezas, las cáscaras, un diente de ajo, una rama de perejil y una pizca de sal hacemos un fumet, yo en este caso aproveché la espina y unos recortes de merluza (que tenían espina).
En una olla ponemos las almejas al vapor para que se abran, yo las tuve unas horas antes en agua y sal, aun así el líquido obtenido lo colé con un paño para evitar sorpresas arenosas.
En una olla o cazuela ponemos el aceite y el ajo picado, junto con la guindilla a freír.
Cuando empieza a coger color añadimos los langostinos.
Los rehogamos, añadimos las almejas (sin caldo) que habíamos abierto y perejil al gusto.
Rehogamos un par de minutos más, añadimos el fumet, el agua de las almejas y las verdinas escurridas.
Lo dejamos que de un hervor y listo. En mi caso las hice temprano y las dejé reposar, así se impregnan más las alubias del sabor (ya que estas venían cocidas).
Un plato sano, rápido y muy rico, a disfrutar se ha dicho.